Blog Blues
No te podías aguantar las ganas, ¿verdad?
Algo sobresaltado, respondo: ¿Ehh… de que hablás?
¿Pues de que va a ser? Le volviste a preguntar si había visto lo que escribiste hoy. Y, ¿qué te respondió?
Ahh, eso. Y, pues me dijo lo de siempre: que hoy no había podido, que bla, bla, y otra de esas excusas genéricas de las que se pueden acomodar a cualquier propósito.
¿Acaso no te das cuenta que esa carajada de autopromocionarse es bien fea? No tiene nada de dignidad eso de andar haciéndose propaganda uno mismo.
Bue… La verdad no resistí las ganas de preguntarle.
Si, si. No te aguantás dejar de revisar las estadísticas del blog todos los días, no te resistís fijarte en el correo cada hora a ver quien hizo un comment nuevo. ¡Y ahora esto!
Es que…
Mirá que sos denso a veces. ¿No se te ocurre que lo tuyo puede ser un capricho pasajero de esos que te dan a vos? Fijáte lo del otro blog. Ya van meses que ni siquiera hacés una sola foto. No ya una fotografía buena, que ese no es tu fuerte; sino que ni siquiera una que a vos te complazca. ¿Quien te dice a vos que la nueva “loquera” esta te va a durar?
No, la verdad es que puede que me de cuenta pronto que esto tampoco es “lo mío” y termine dejándole el blog a los que sí escriben… Pero…
¿Pero, qué?
A mi personalmente me causa satisfacción eso de blogear, aunque sean insensateces lo que escribo.
¡Pues ahí quería llegar! Lo que escribís lo escribís sobre todo para satisfacerte vos mismo, ¿no?
Ajá…
Cuando empezáste a blogear, todo se trataba de darle forma a ese mundo propio que todos queremos de alguna manera poder moldear, y en el que nos metemos como hacen los chiquillos con sus “escondites secretos”, ¿cierto?
Ajá…
Además, si lo que querés es poder darle comida al ego, ahí tenés ya una modesta audiencia de buenas personas que generosamente se presta para ello, ¿no?
Pues, si.
Entonces, ¿en que estriba la manía de que querás meterla a ella en lo que debería ser TU escondite secreto al que solo deberías dar acceso a tus amigos virtuales?
¿Sinceramente?
¡Por supuesto que sinceramente, bestia! ¡Estás hablando contigo mismo! Te verías bien estúpido tratando de meterte una mentira vos mismo.
Pues, te diré. Yo no sé expresarme. Punto. Nunca he podido decirle nada con claridad a ella. Hay quienes vierten en palabras exactamente lo que sienten y lo que piensan. Yo no. A mi se me enreda la lengua y quedo siempre peor que cuando empiezo. Ella sabe que la amo solo porque las mujeres tienen el corazón y el espíritu siempre calibrados a la perfección para percibir esas cosas. Si bien es cierto que blogeo por todas esas razones que me dijiste, también es cierto que quiero que ella sepa, sin decírselo, que lo que escribo en el blog es, a final de cuentas, para ella. Algo que haya nacido, aunque sea tangencialmente, inspirado en lo que ella significa para mi. ¿Ves? ¡Ni eso puedo ponerlo en palabras que nadie mas que yo entienda!
(desde la cocina ella me grita)
¿Me estabas hablando, amor?
Eh… No. Seguro fue la “tele” lo que oíste…
lo dijo Oscar a las 8:01 p. m.
Buenísimo el post, la misma conversación ha tenido Dean CóRnito con su alter ego en la vida real. Ahhh, las ventajas de haber asumido un seudónimo desde el principio!!!!
(con vos aguda y sudorosa:) ME LO HUBIERAS CONFESADO ANTES OSCAR: QUE ME AMABAS SIN TAPUJOS! (bromeo y buena suerte con la mina) // Como te expresé anteriormente me parece que tu forma de escribir flota entre la nata y crema de mis bloggeros favoritos. Al fin puedo descruzar las falanges que pedían un blog en que escribieras (aunque también gozo muchísimo con tus fotos). Lo que quiero decir es que tu voz interna se equivoca al rebajarte los dones artísticos. Saludos.
CO-COMO?? (subiéndome las mangas): A ver, me van trayendo a esa chavala para el frente para darle un buen jalón de orejas!
Tugo: La primita Némesis de Sole me dijo una vez, ya hace muchos años: "Oscar, vos sos malo". Luego me dejó así sin explicación sobre que quería decir... La verdad, bueno y malo en medidas que constantemente pelean por dominar el balance.
Dean: Ya vez, lo del alter ego no es, a final de cuentas, tu exclusividad. Lo que pasa es que en algunos de nosotros la procesión va por dentro.
Yuré: Siendo que no soy, y nunca he sido, muy bueno para eso de recibir elogios; me limitaré a inclinarme agradecido. Viniendo de vos en realidad significa mucho.
(Maldito alter ego, recién me murmura al oido que se imaginó una mosca muerta flotando entre la crema y la nata!)
Sole: Bajáte las mangas, andá y te tomás un vasito de agua y te tranquilizás. En una jaladera de orejas de esas, el que terminará "chupando" seré yo!
Yo creo, entre nos, eso del lector deseado que no lee (lo suficiente) es un gran problema. Cómo lograr que entienda que un@ se le ha entregado el alma por medio de la palabra escrita, sólo para encontrarse frente a la pared del desinterés, sitiado por los perros de la soledad.
Perdoname por siempre querer recomendar (aunque es difícil de conseguir - ya agotados los ejemplares) este libro (que le tengo mucho cariño por varias razones) pero creo que te podría gustar El libro vacío (1958) por Josefina Vicens (mexicana, 1911-1988). Habla precisamente del conflicto de esa voz interior, el deseo de escribir, la necesidad de encontrar algo más, el mal del hombre gris y el escape que es la creación literaria a pesar de las dudas en la habilidad de uno... En fin, es como un flashazo hacia adelante hacia un mundo lleno de bloggueros secretos, explorando sus dolores más íntimos con la página blanca.
Me pasa lo mismo... tristemente. Pero ya me resigne a que, como dice la otra voz de Oscar, esto de los blogs es algo mio, mi vicio, mi desvario, mi dimension alterna.
Y me alegro de habermelos encontrado a ustedes ahi!