<body><script type="text/javascript"> function setAttributeOnload(object, attribute, val) { if(window.addEventListener) { window.addEventListener('load', function(){ object[attribute] = val; }, false); } else { window.attachEvent('onload', function(){ object[attribute] = val; }); } } </script> <div id="navbar-iframe-container"></div> <script type="text/javascript" src="https://apis.google.com/js/platform.js"></script> <script type="text/javascript"> gapi.load("gapi.iframes:gapi.iframes.style.bubble", function() { if (gapi.iframes && gapi.iframes.getContext) { gapi.iframes.getContext().openChild({ url: 'https://www.blogger.com/navbar.g?targetBlogID\x3d15843670\x26blogName\x3dDe+Blogueros+y+Blogs\x26publishMode\x3dPUBLISH_MODE_BLOGSPOT\x26navbarType\x3dSILVER\x26layoutType\x3dCLASSIC\x26searchRoot\x3dhttps://blogersyblogs.blogspot.com/search\x26blogLocale\x3des_CR\x26v\x3d2\x26homepageUrl\x3dhttp://blogersyblogs.blogspot.com/\x26vt\x3d-5470086084572619415', where: document.getElementById("navbar-iframe-container"), id: "navbar-iframe" }); } }); </script>

28.9.05

El Encuentro

Hoy lo vi otra vez. Fue, como casi siempre sucede, un encuentro puramente casual. Yo iba caminando, algo sin propósito, cuando sucedió. Nuestras miradas se cruzaron y ambos nos detuvimos al unísono. Nos quedamos viendo fíjamente a los ojos sin cruzar palabra. La tensión incómoda del momento era visible en nuestras posturas, algo forzadas. Estos encuentros fortuitos siempre desatan una abrumadora cantidad de ideas, emociones, resentimientos no resueltos.

Le conozco desde lo que pareciera toda mi vida. Y, sin embargo, me doy cuenta de que no le conozco para nada. Aun consigue desconcertarme con alguna sorpresa inesperada. En raras ocasiones puede que sea algo agradable, pero la mayoría de las veces lo que proviene de él no resulta ser para mi mas que una nueva desilusión. No somos realmente enemigos; y aunque ambos sabemos que, de manera recíproca, cada uno de nosotros ha sido siempre la causa de los infortunios del otro; hay también un rastro lejano de apreciación tácita entre los dos. De diferentes maneras ambos nos debemos, el uno a otro, nuestras existencias.

Si uno le da algo de consideración al asunto, es casi irónico darse cuenta que tengamos tantísimo en comun entre él y yo, y que, no obstante, seamos tan diametralmente opuestos en nuestras naturalezas. Mientras estábamos allí, uno frente al otro, no pude evitar darme cuenta que ya está visiblemente mas viejo que la última vez que nos encontramos. Ya se notan mas canas en su cabeza, las ojeras bajo sus ojos se han acentuado y las pupílas denotan cansancio. El abdomen, otrora firme, ya se abulta levemente, dejando en evidencia que ya no se ocupa de si mismo con el esmero que se tenía en otros tiempos. Me embargó una vaga melancolía al comprender que los años lo empujan cuesta abajo, lenta pero inexorablemente. Ya nunca será quien fue.

Mientras mi cabeza daba vueltas a todos esos sentimientos e ideas, ambiguos y contradictorios entre si, nos acercamos un poco y nos observamos las caras. Lo hicimos sin decir una palabra, porque entre nosotros las palabras siempre han sobrado y, en todo caso, se vería extrañamente fuera de lugar una conversación de cualquier índole entre nosotros. Así, a escasa distancia, una especie de entendimiento no expresado cruzó el espacio intangible entre ambos. Los dos esbozamos en la comisura de la boca, al mismo tiempo, un asomo de sonrisa triste. Finalmente apartamos las miradas. Yo recuperé el control de mi movimiento, perdido temporalmente por el encuentro que, aunque en realidad breve, siempre se me antoja como una eternidad.

Me alejé de allí con paso apresurado y sin volver a ver atrás, pero anticipando secretamente la próxima vez que nos veamos. Él, mientras tanto, se adentró de nuevo en el espejo.

7 Comments:

Blogger Solentiname dijo...

el final me mató. Y ahora cómo hacemos para hacer de ese pobre un patán perverso? ah? AH?

7:20 p. m., septiembre 28, 2005  
Blogger ilana dijo...

dichoso él que ve lo que uno realmente es;)

9:15 p. m., septiembre 28, 2005  
Blogger Dean CóRnito dijo...

A mi también me dejó frío el final.

Pregunta para Ilana: ¿Ve lo que uno realmente es? ¿O, para quien se ve sin vanidad refleja lo que lleva adentro?

11:07 p. m., septiembre 28, 2005  
Blogger ilana dijo...

Dean, ¿hay una diferencia?

11:12 p. m., septiembre 28, 2005  
Blogger Floriella dijo...

Yo me imagine el final como dos parrafos antes, pero te digo Oscar que esta magistralmente narrada esta odisea de tu reflejo. Congrats! Me encanto!

12:26 a. m., septiembre 29, 2005  
Blogger L. YURÉ dijo...

Yo no sospeché un final tan aterrador, existencialistamente hablando. Con un martillito de plata quebré todos los espejos de la casa de mi vecino; el que dicen que se parece a mí.

1:57 a. m., septiembre 30, 2005  
Blogger xwoman dijo...

El lector siempre se sorprende; por lo que te he leído llevas al lector hacia un final inesperado, y eso es lo que más me gusta. No todo está dicho, crees, como lector que tienes el texto ganado y no! el texto te gana!
jaja
MUY BUENO!
:p

12:38 p. m., febrero 17, 2007  

Publicar un comentario

<< Home