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11.9.05

El comienzo

Nota de Ilana: cualquier parecido a la realidad es puramente accidental, o no. Les echo este comienzo para que lo lleven donde quieran, sin preocupaciones por la intención de la autora. Y, para los ofendidos... tápense los ojitos:)

Soledad cerró el sobre delicadamente. Era una barbaridad lo que hacía, eso lo sabía, pero no se pudo aguantar las ganas. Y también sabía de otras cosas que templarían su culpa. Con la punta de su lengua mojó, lentamente, la región dulce y pegajosa, contemplando así la serie de acciones que estaba a punto de desencadenar.


A 20 millas de allí, Agustín estaba en el funeral, viéndose las manos, abriendo y cerrando su puñal. No quería pensar en ella, no ahora, no así, era una cuestión de orgullo, de decoro. Veía a los otros concurrentes, más o menos de su edad, no tan jóvenes, no tan viejos, todos con las caras estiradas de pena. Volvió a verse las manos.

Murió ahogada en el mar. Era todo lo que se publicó en el periódico y la familia no quiso aclararle al público expectante. No importaba que se estaba muriendo de cáncer de mama, que su esposo le estaba engañando con la secretaria nueva de su bufete que quedaba justo en la esquina de la calle principal del centro histórico. No importaba que estaba embarazada, a su edad, después de tantos años de intentar, ahora que la quimioterapia estropearía cualquier migaja de vida que pudiera tomar raíz en el desierto de su vientre.

Agustín abrazó a su mujer, como creía era su deber en momentos como éstos. La guió hacia el carro, y todos se encaminaron en un lento hormigueo de negro luto hacia la fila de carros. Aguantó el llanto de su mujer que le resultaba siempre desagradable, porque a fin de cuentas eran compañeras de trabajo, amigas íntimas, y era lo correcto que llorara. Le tomó la mano delgada entre sus dedos fríos que olían a muerte súbita.

Tres días después, le llegó en el buzón de correo de su despacho la carta que Soledad le había mandado; una carta que no era precisamente una carta de amor, sino un recuento de un sueño que ella había tenido:

Querido Doctor,
Tú estás frente a mi, recostado sin pantalones, yo me hinco frente a ti, frente a tu miembro erecto. Está hinchado de deseo, rosado como la flor, brilloso y mojado de lubricación ansiosa. No veo tu cara, ni tú la mía, tengo un deber exclusivo y es hacerte venir dentro de la cueva de mi boca. Tu anticipación te hace gemir de placer aún antes de sentir mis labios cerrarse sobre la puntita, mi lengua hace acrobacias y me sabes a gloria. Sonrío contigo dentro de mí, los dientes hacen presión y te suelto. Estás respirando ahora más rápido, pero descuido tu deseo. Te muerdo ligeramente en la entrepierna, te beso y te masajeo los muslos con ambas manos. Mi lengua me guía hacia tu centro, lamiendo desde la base hasta la punta de tu torre ardiente. Me detengo en medio, retraigo la lengua y hago presiones con los labios secos. Casi lloras del placer pero te hago esperar un poco más (finalmente, qué es un rato más cuando la vida es tan larga) antes de dejarte entrar al líquido placer de mi lengua encorvada. Empujas hasta el fondo, y te chupo como si fueras un dulce. Gimes. Tus ojos me piden algo. Cambio de posición sin dejarte escapar de mi boca. Gateo despacio en un semicírculo, y me arrancas la ropa, te hundes en mi sexo, chupando, hambriento como prisionero, como si no hubieras comido en cinco años, y no te suelto aún cuando quiero gritar del placer, sintiendo la marea de tu deseo inundarme. Te tomo como néctar, como miel y me estremezco con la agilidad de tu lengua, tus manos sobre mis caderas. Me quedo con el alma temblorosa y me acercas hacia ti. Me miras los ojos y el calor me invade las entrañas. Pones tu boca sobre la mía, me metes la lengua, envuelves la mía con la tuya y se intercambian los humores. Siento que se me va la esencia por tu boca, pero con cada beso más profundo me devuelves un poco, me regalas un poco de la tuya hasta que no se distinguen las dos almas entrelazadas y unidas.


Al terminar de leerla tres veces, suspiró hondo y se miró las manos. Sí, en efecto le había pedido que escribiera sus sueños, lo justificaba como parte del tratamiento.

15 Comments:

Blogger Floriella dijo...

Bravo Ilana! Mis respetos!

11:04 a. m., septiembre 11, 2005  
Blogger Solentiname dijo...

Una Sole a la que un doctor le ha pedido escribir sus sueños y el primero que cuenta resultó ser erótico? Hmmmm... sounds familiar... ;)

12:00 p. m., septiembre 11, 2005  
Blogger Bandidocr dijo...

Uyyyy....dichoso sueño este...se tiembla...

7:31 p. m., septiembre 11, 2005  
Blogger L. YURÉ dijo...

Excelente primer capítulo Ilana! Trompetas bloggeras auguran un novelón intenso que nos sacudirá los balaustres del delirio. //// Vieras que antes de leer tu cuentazo (Oh, inocente de mi!) traje de la cocina una chocobanana inmensa, la cual me vi urgido a poner de lado al sentirme inmerso en la mamada epistolar./// Enhorabuena!

2:16 a. m., septiembre 12, 2005  
Blogger Oscar dijo...

Bravo! Está delicioso el arranque, y aunque nos pusiste la barra un poco alta a los demás, habrá que tratar de poner el mejor esfuerzo en seguirte. Ya se me hace la boca agua de solo pensar en las posibilidades abiertas.

9:27 a. m., septiembre 12, 2005  
Blogger ilana dijo...

Gracias chavales, es que me vi obligada a abrir la puertecita para que una tal Sole no se sintiera tan sola;)
De veras, como dije una vez (cuando aún podíamos comunicar con Yuré en su casita virtual) que mi alter ego (cuyo nombre, por casualidad, es Soledad) se asomaría, le robé estas pobres páginas mientras dormía, descuidando su guarida.
Espero con ansias el desenlace de los otros "yos" de este sitio, para después ir a hurtar un poco más de aquel escondite mental... I'm sure the barras will rise to the occasion;)

10:18 a. m., septiembre 12, 2005  
Blogger Oscar dijo...

Ilana, with this kind of prose something's bound to rise alright.
;)

5:39 p. m., septiembre 12, 2005  
Blogger ilana dijo...

my point exactly!

7:44 p. m., septiembre 12, 2005  
Blogger Dean CóRnito dijo...

CLAP, CLAP, CLAP, CLAP, CLAP. Excelente inicio, Ilana, qué bárbara. ¿Cómo te atrevés a quejarte de que el español no es tu primera lengua? La manejás a las mil maravillas. A ver, ¿cómo te lo digo? Literariamente hablando, some of us will have a hard time rising to the ocasion! Not that anything else will have a problem rising up with this kind of story!

10:49 p. m., septiembre 12, 2005  
Blogger ilana dijo...

Nachito! Bienvenidos...
como va el juego (según...) lo que sigue tiene que venir por la mano de uno de mis estimados colegas... a ver si se ponen las pilas;)

pero de que viene algo, viene algo...

9:42 a. m., septiembre 17, 2005  
Blogger Oscar dijo...

Uy Ilanita querida! It seems to me that the bar was a little to high, for us to follow you, after all. I, for one, am at a loss for the right words to write a deserving second chapter.

1:28 p. m., septiembre 24, 2005  
Blogger ilana dijo...

I don't know how to be a man... help! Un capítulo no necesariamente tiene que corresponder con el hilo narrativo que comencé... Ponéte en el lugar del doctor (por ejemplo) lo que te plazca;)

3:16 p. m., septiembre 26, 2005  
Blogger Oscar dijo...

Ja! Yo, en el lugar del doctor, imaginándome que recibo el glorioso bj de parte de Sole, la que le relata sus sueños a manera de carta...
Se me cruzan las ideas entre la realidad y la ficción y ni te imaginás la de ocurrencias que me pasan por la cabeza.

Esperame un rato... voy a ir a darme una ducha bien helada, ok?

5:18 p. m., septiembre 26, 2005  
Blogger Floriella dijo...

Ja, ja, ja! Ahora si te metieron en un zapato, no Oscar?

7:04 p. m., septiembre 26, 2005  
Blogger ilana dijo...

De eso se trata Oscarcito... es que nosotras, las mujeres no tenemos puta idea de los que se les pasa por la cabeza... sólo nos guiamos por las reacciones externas:)

7:59 p. m., septiembre 26, 2005  

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